La desgracia de ser guapa
Una mujer camina por la acera. Figura esbelta, curvas estilizadas, piernas largas. Para ella, a su alrededor solo hay hojas muertas y escaparates vacíos: ella es la moda. Tacones altos, vaqueros ajustados, escote pronunciado. Una ligera brisa hace bailar su pelo. Gafas grandes resguardan sus ojos del sol matutino. Llama la atención Lo sabe y le gusta. Un joven se cruza con ella. La ha mirado tímido desde la distancia. Cuando está a unos metros la mira, sin disimulo. Ella ni lo ve. Sigue mirando al horizonte, barbilla alta, espalda recta. El chico se choca contra una papelera. Ella impasible no gira la cabeza. Abstraída en sus pensamientos, ajena a este mundo. Dobla una esquina. Sigue andando. Tacón punta. Tacón punta. Le llega el turno a un adolescente en bicicleta. Ella suspira. Su andar es acompasado, constante, limpio. El chico pierde el control de su bicicleta después...