Autorretrato

Lanzo un órdago a mis emociones. Porque yo soy más fuerte que ellas, no me dominan. Segura de mí misma en lo importante, soy peleona y cabezota, muchas veces solo por el afán de llevar la contraria. Soy una romántica empedernida lo reconozco, ahí me ganan ellas, pero porque les dejo.

También soy caótica, despistada y abstraida. Me dejo invadir por lo que me rodea, por lo que me hace sentir. Algunos dicen que soy emocionalmente inestable, pero no, yo les cedo a mis emociones algo de protagonismo, faltaría más. Dirán que como todas las mujeres, pero no, yo más. Pero sé vivir con ello.

Vivo con pasión todo lo que me rodea, y siento, todo lo que puedo y más. Sufro más que la mayoría pero también disfruto como una niña cada pequeño detalle. Y lo hago porque quiero. Podría, como todo el mundo, aprender a implicarme menos. Pero lo siento, eso no va conmigo. Suelo ser amable en el trato y correcta, me gusta escuchar todo lo que tienen para decirme, salvo las faltas evidentes de sentido común, esas me desbocan.

Alguna vez soy muy seria y tajante, es bueno decir las cosas claritas, en un mundo superficial y sin valores. Siempre tengo una sonrisa en la cara, mi debilidad: ver bondad en todas las personas. Sé romper los clichés y saltarme muchas reglas "políticamente correctas", precisamente para poder llegar a todas esas personas que necesitan ser escuchadas. Tengo mi criterio y mis principios y esos, por mucho que me mareen con labia divertida, esos no se tocan.

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