La visita

Ágil, levanta la cabeza. Su oído se agudiza. Un ruido casi imperceptible en la oscuridad. Percibe un movimiento sigiloso, cerca. Pasos acompasados, botas de caucho. Muy cerca. No se detiene ante nada. Apenas unos segundos. Se gira bruscamente, en la esquina de una calle sin nombre, recibe una visita inesperada. 
En un suspiro. La muerte.


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