Te sigo

Te sigo donde quiera que me lleves. No tomes mi mano, que me agobio si noto esa fuerza tirando de mí, pero tranquilo que yo te sigo. Vamos juntos a un lugar más bonito, te acompaño encantada. Guíame.

Es curioso que no me obligues, es justo lo que esperaba de ti, al menos esa es la imagen que proyectan sobre Ti. Pero Tú aun sabiendo que eres lo mejor para mí, te apartas. Te quedas en la penumbra, entre frío mármol y piedra, esperando, esperándome. Y es gracioso que esa posibilidad de elección que me das, sea precisamente lo que me hace elegirte. No estoy segura de si es así con todos, pero a mí me atraes. Es tu presencia, tu halo de misterio, tu bondad. 

Tú, con tu aire infantil, tu pacífico modo zen siempre activado y esa despreocupación por todo lo que a los demás nos quita el sueño, me enseñas cosas que ignoro y me haces recordar con tus gestos esos valores que hoy ya se desvanecen. Pero tú me los regalas cada día, como si nada, sin esfuerzo. Haces que vuelva a creer en la humanidad. Me das esperanza, me das fe. Y yo quiero más de todo eso, quiero tenerte, quiero seguirte, y te seguiré.

Comentarios