La frágil resistencia

Él sabía todo sobre extranjería, documentos oficiales y trámites burocráticos para obtener la nacionalidad española. Y sin embargo ahí estaba, desaprovechado completamente. Al final había sido detenido por culpa de algún chivato de turno que había conseguido pruebas contra él. 

Y ahora después de siete años dedicado en exclusiva a una carrera prometedora, el negocio había terminado. Los ilegales estaban a las puertas del país intentando entrar y él estaba en el calabozo. No podía seguir sin hacer nada. Así que asumió su nueva situación para intentar ingeniárselas de alguna manera. Si por algo había destacado siempre, había sido por su capacidad de salir airoso de cualquier circunstancia. 


Me viene a la cabeza aquella vez en que una mafia checa estuvo a punto de desmontar su chiringuito. Ya hacía tiempo que corrían rumores de que los clientes preferían el trabajo rápido —y más barato— de un guapo, joven y prometedor falsificador. Estuvieron mucho tiempo detrás de él, pero logró deshacerse de ellos sin problemas.


El tiempo y los clientes fueron poniéndole en el lugar que merecía hasta que se convirtió en el recurso más fiable para los inmigrantes sin papeles. Sin embargo, después de un tiempo de relativa tranquilidad, las cosas habían empezado a parecer sospechosas, pero no lo había visto venir. 


Acabó entre rejas sin poder evitarlo, con una acusación contundente por parte de la fiscal que había recabado prueba documental, testigos y un cómplice. Lo tenía todo perfectamente montado para dejarlo entre rejas de por vida y, sin embargo, cuando todo parecía en su contra, él sabía que su destreza podía sacarle de esta.


Subió al estrado y se encontró ante sí a la testigo clave de la defensa, la que lo había delatado, su única hermana y de la que menos podía sospechar. Se sintió traicionado y hundido, por primera vez, no encontró las fuerzas para resistir. Lo hallaron colgado en su celda. Los cordones que lo hicieron posible habían sido proporcionados por un funcionario a quien había conseguido sobornar. Se fue sin saber que la justicia, tras muchas investigaciones, le haría justicia.

Comentarios