Ganas

Ganas de vivir sola. Apartamento propio, buhardilla con vistas a una bulliciosa calle, parquet italiano. Vespa de camino al trabajo, traje gris y tacones negros, pelo al viento. Comidas sanas, pasta y ensaladas, bañera los fines de semana. Algún que otro capricho, el olor de un bizcocho casero recién hecho, chocolate caliente. Paseos a la luz de las farolas, cena para uno, cine en blanco y negro. Ganas de cachorrito blanco alegrando mis mañanas, té ardiendo después de comer, y dormir con un buen libro. 

Ganas de dejarlo todo y empezar de cero lejos, muy lejos. Donde nadie me encuentre, donde nadie me busque. Ganas de cantar en la ducha, por el pasillo, en mi diminuta cocina. Arreglar el grifo, no limpiar los cristales, la calefacción a tope en invierno. Ganas de tiempo libre, sin compromisos, sin paraguas en el bolso. Tardes de terraza en un café, puestas de sol desde la cima de un monte, dormir con el susurro del mar. Ganas de no tener televisión, ni móvil, ni ordenador. Ganas de folio en blanco, pluma, imaginación... ¡y a dibujar vidas!

Comentarios

Publicar un comentario