La verdad
Pronto se encontró con la verdad en las narices. No sabía cómo había estado tan ciega, y a pesar de sus intentos por eludirla, al final le explotó en la cara. No podía ignorarlo más. Era un conjunto, un todo. No era solo cosa de dos días, sus sospechas se habían corroborado . No era algo superficial o un maldito capricho. Estaba segura de que los indicios eran claros. Pudo darse cuenta, era casi de película. Aterrador, porque aquello era verdad. Puede que fueran esas manos, o quizá solo su forma de hablar lo que había hecho que se enganchara. Igual eran esos ojos con oscuros secretos. Puede que hubiera sido su forma natural y sencilla de tratar a todo el mundo o igual esa desquiciante sonrisa . O no, simplemente había sido ese perfeccionismo innato, esa facilidad para hacer cualquier cosa lo que le había hecho sospechar de él. Había algo terrible escondido detrás de esa impresionante apariencia impoluta. Sí, se dio cuenta de su amabilidad, de sus impecables moda...