Capítulo 1: El primer encuentro
Aquello no era una cita, no lo era. Él se acercó con paso apresurado hacia el lugar de encuentro, deseando que estuviera ella esperando y al mismo tiempo, temiendo verla allí, en directo. Hacía tiempo que la admiraba y por primera vez, ella había mostrado algo de interés. ¿Por qué, si no, le habría dicho de ir a tomar un café, un viernes cualquiera? ¿Era solo una coincidencia que estuviera en su ciudad? ¿Qué otra cosa podía significar? Se conocían desde hacía mucho tiempo, se habían movido en los mismos círculos, siempre habían sabido de su existencia pero nunca se habían visto a solas y como mucho habrían intercambiado treinta minutos de conversación en condiciones. Se detuvo a unos pasos y la observó en la distancia. Era bajita, aunque desgarbada y delgada. Llevaba un abrigo gris estilo militar, de corte recto y sobrio, y una boina cubría parte de su preciosa melena rubia. Estaba sentada en un banco mientras le esperaba, con un libro entre las manos, un bol...